Aprendes con gente que ha estado ahí
Nuestros instructores han pasado años gestionando cuentas, resolviendo problemas reales de clientes y adaptándose a las nuevas tecnologías que van apareciendo.
No son teorías abstractas. Son situaciones que ellos mismos han vivido y han tenido que resolver. Las clases suelen derivar en conversaciones sobre casos concretos que surgen en el día a día.
Y eso ayuda bastante más que seguir un manual al pie de la letra.